Cita a la publicación original
Marino, Tomás, Principio de congruencia y depreciación monetaria. Dificultades para debatir deudas de valor en el proceso civil y comercial bonaerense, Revista de Derecho Procesal, 2020-1, Santa Fe: Rubinzal-Culzoni, 2020, pág. 371 y sig.
Tomás Marino[1]
Sumario: 1. Introducción: la inflación como problema jurídico – 2. Inflación y deudas de valor en el proceso civil y comercial – 3. ¿Cómo se adapta el proceso a las crisis monetarias? – 4. Principio de congruencia e inflación – 4.1. Congruencia y deudas de valor. El giro “lo que en más o en menos…” – 4.2. Usos del giro: postergar la cuantificación vs. diferir la determinación de la extensión del crédito. Consecuencias de su omisión – 4.3. Congruencia de valores y congruencia de dinero – 4.4. El problema de la ilusión monetaria y el temor por la indexación: la concepción nominalista del principio de congruencia.- 4.5. Repensar la congruencia: una concepción valorista compatible con el tipo de obligación controvertida – 4.6. Valorismo y actualización de cuantificaciones pasadas – 4.7. Posibles caminos alternativos: condenas en unidades arancelarias y conversión del valor en etapa de ejecución.- 5. Conclusiones.
1. Introducción: la inflación como problema jurídico.
La inflación es el incremento generalizado y sostenido de los precios de bienes y servicios durante un período determinado de tiempo. El nivel de inflación de una economía se expresa en una tasa porcentual mensual[2] que se calcula sobre la base de un índice que mide la evolución promedio de los precios de una canasta de bienes y servicios[3]. El incremento de ese indicador refleja la pérdida del valor real del dinero; o, más llanamente, cuántos menos bienes y servicios podemos comprar con la misma cantidad de unidades monetarias. Las causas de la inflación pueden ser diversas[4], aunque existe relativo consenso en que altos niveles de inflación generan consecuencias perjudiciales para la economía de un país (e.g., redistribución inequitativa de la riqueza, alteración del sistema de precios de bienes y servicios, ineficiencia en la asignación de recursos de la economía real, distorsión en el uso regular del dinero, reducción del horizonte temporal de los contratos, incertidumbre, entre otros)[5].